2000 // LA ENTRADA DEL ÚLTIMO PARTIDO EN PRIMERA

Recuerdos de la noche más larga

El 17 de julio de 2000, faltaban unas semanas para que el vicepresidente de la Nación, Chacho Álvarez, renunciara a su cargo y dejara rengo al gobierno de la Alianza. Un nuevo aniversario del atentado contra la AMIA iba a cumplirse, para variar, sin novedades serias en la investigación de los responsables. En las eliminatorias, Paraguay dejaba sin invicto a un Brasil que ganaría igualmente el Mundial de Corea-Japón. Y en Rosario, con un frío tremendo, ese lunes se jugaba el último partido del Torneo Clausura, que River se había asegurado la fecha anterior ganándole 3-0 justamente a Ferro.

Ferro, a su vez, había descendido a la B Nacional cinco partidos antes, el 11 de junio, con un 0-7 lacerante contra Lanús, en el Templo. En las ocho jornadas del final, el equipo recibió 21 goles y convirtió apenas 1 (Cristian Chaparro, contra Belgrano), con tres cuerpos técnicos distintos: Juan Rocchia-Jorge Brandoni, Antonio Garabal y Claudio Argüeso.

La temporada había arrancado ya muy mal. Se contrató como entrenador a Rubén Insúa, que sacó 1 punto en 5 fechas y huyó. El plantel lo integraron veteranos de bajo nivel (Alejandro Alfaro Moreno, Pepo Morales, Fabio Lenguita), varios extranjeros con las mismas luces (a excepción del ecuatoriano Nicolás Ascencio, que tampoco era precisamente una luminaria) y una serie de juveniles llamados a poner la cara, promocionados por Ernesto Perisse -que asumió en la fecha 6- y por Rocchia-Brandoni.

El capitán terminó siendo Andrés Grande, un ex Argentinos que había pasado por varias selecciones juveniles. En el Apertura 1999, Ferro finalizó último con una diferencia de gol de -30; en el Clausura, misma posición y diferencia de -37, la peor marca desde el descenso de 1946. El club estaba por ingresar en la peor crisis institucional de su historia, igual que el país.

 Aquella noche de julio, Ferro visitaba a Newell’s Old Boys; unas 200 personas viajaron desde Caballito para presenciar la despedida de la Primera División. El equipo de Argüeso tuvo dos oportunidades de gol en el primer tiempo: un cabezazo de Cristian Tula y un remate desde lejos de Diego González. Pero a poco de iniciarse el segundo, Sebsatián Cobelli anotó el primero para Newell’s, con un zurdazo de media vuelta; el segundo fue un disparo de Damián Manso que se le escurrió de entre las manos al arquero Robert Galant.

Muy pocos jugadores de este plantel permanecieron en el que jugó la B Nacional del año siguiente: otro drama. Tula, con 23 años, pasó a ser el capitán del equipo; también se quedaron Félix Décima, Maximiliano Velázquez y Agustín De la Canal. La permanencia en el Ascenso que se inició en 2001 es la más larga de la historia de Ferro.

Fuente: Colección Pablo Abiad, diario Olé, diario Clarín
14 de enero de 2025

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